En mi caso creo que nací
con un disquito puesto, me gusta, debo confesar, me gusta hablar con la gente,
conocida o por conocer… Creo, sin duda alguna, que somos habladores por
naturaleza, hasta no hace falta emitir sonidos para hablar…siempre tenemos algo
para decir, que lindo es esto de comunicarnos…
Me gustan esas charlas que
salen de la nada en la que inmediatamente surge una complicidad que te lleva
mas allá, un código que pocos entienden... ese que se yo que nos une… donde se
expresas las ideas personales, los estados internos, donde existe un ida y
vuelta que retroalimenta la comunicación…
Tengo la costumbre de subirme al colectivo y saludar, “buen día, buenas tardes,
buenas noches...uno hasta….” Ayer subí y como siempre salude. El colectivero me
respondió: ¿sabes que desde que salí de la boca sos la primera que saluda? A
veces me parecer estar viajando solo, lo único que escucho es a donde van, que
lo dicen porq es necesario para saber el importe pagan, pero ya nadie saluda…
Puf, me llamo mucho la atención el comentario… me senté y en lugar de sacar mi
libro para leer, me puse a observar y si, para mi asombro, el colectivero tenia
razón…
Tengo
una mala noticia, YA NO HABLAMOS, muy pocos se preocupan por intercambiar
palabras con el otro... cada uno encerrado en su mundo hace la suya... nos
volvimos selectivos y solo hablamos lo justo y déjame decirte que CREO que eso
no esta bueno…
Creo que esa falta de dialogo nos hace muchas
veces indiferentes al otro…
Hablar es vincularse con el otro, crear un canal donde me relaciono no solo de manera audible, si no también afectiva. El lenguaje es sin duda un medio, que podemos usar para bien y para mal…. Pero no usarlo también constituye un error.
Hablar es vincularse con el otro, crear un canal donde me relaciono no solo de manera audible, si no también afectiva. El lenguaje es sin duda un medio, que podemos usar para bien y para mal…. Pero no usarlo también constituye un error.
Martín Lutero dijo una vez “Usted
no es solamente responsable de lo que dice, sino también de lo que no dice”
Creo sin duda, que debemos hacer florecer esa linda costumbre de hablar, de
saludar, de regalar una sonrisa al otro... volvamos a conversar con el vecino,
en el colectivo, en la calle… Hablemos de futbol, de amor, de sexo, de amistad,
de comidas… HABLEMOS!!! Hablemos con Dios, hablemos hasta con nosotros mismos… nos sorprendería las cosas que tenemos para
decirnos…
Entonces,
¿que decís?, ¿hablamos?